Basado en mi experiencia, la cirugía no fue la peor parte, de hecho fue mejor de lo que esperaba. Básicamente lo que sucedió fue esto:
-Ya en la clínica, me pusieron anestesia local. Para ser sincera esta parte no duele mucho, es mas como un dolor soportable.
-Una vez con la anestesia colocada el doctor comenzó a hacer un pequeño corte circular en mi paladar donde se situaba el canino. Lo mejor de esta parte es que la anestesia sí funcionó porque no sentí absolutamente nada.
Pero la parte fea es que sangré más de lo debido, y esto ocurrió ya que el odontólogo utilizó anestesia para personas hipertensas (cabe aclarar que yo no padezco de hipertensión) pero según lo que él me explicó, es que utilizó este tipo de anestesia ya que esta hace que la sangre no se detenga, es decir que siga circulando.
No sabría decir con exactitud lo que ocurrió después ya que como mencione anteriormente no sentí nada y no podía ver lo que el odontólogo estaba haciendo. Lo que sí sentí fueron unos movimientos, algo así como que estaba escarbando, supongo que se estaba asegurando de destapar bien el diente.
Después de detener el sangrado, me colocó una gasa y le dijo a mi mamá que comprara más en la farmacia, porque si él nos regalaba algunas gasas estas se podrían infectar. También recomendó tomar analgésicos para el dolor que sentiría al desaparecer la anestesia. Me prohibió hablar y el uso de la pajilla (también conocida como popote, sorbete, etc...). Pero desobedecí lo último debido a que no tenía otra forma de tomar líquido, pues al hacerlo sin la pajilla se me hacía imposible por el dolor que me causaba.
Obviamente no pude comer bien en varios días, es más, habían días en los que tampoco podía tomar líquidos. Al salir de esta cirugía no se puede hacer ningún tipo de enjuague mucho menos cepillarse los dientes, tienen que pasar 24 horas. Ya pasadas esas horas se puede volver a cepillar los dientes, siempre y cuando se tenga cuidado de no tocar la herida y de hacerlo con agua tibia.
Con respecto a las gasas, el odontólogo me dijo que las cambiara con regularidad hasta que se detuviera el sangrado, luego me las pude quitar. Es importante recordar que, se tiene que mantener reposo, se tiene que evitar el agacharse y no hacer movimientos bruscos.
-Ya en la clínica, me pusieron anestesia local. Para ser sincera esta parte no duele mucho, es mas como un dolor soportable.
-Una vez con la anestesia colocada el doctor comenzó a hacer un pequeño corte circular en mi paladar donde se situaba el canino. Lo mejor de esta parte es que la anestesia sí funcionó porque no sentí absolutamente nada.
Pero la parte fea es que sangré más de lo debido, y esto ocurrió ya que el odontólogo utilizó anestesia para personas hipertensas (cabe aclarar que yo no padezco de hipertensión) pero según lo que él me explicó, es que utilizó este tipo de anestesia ya que esta hace que la sangre no se detenga, es decir que siga circulando.
No sabría decir con exactitud lo que ocurrió después ya que como mencione anteriormente no sentí nada y no podía ver lo que el odontólogo estaba haciendo. Lo que sí sentí fueron unos movimientos, algo así como que estaba escarbando, supongo que se estaba asegurando de destapar bien el diente.
Después de detener el sangrado, me colocó una gasa y le dijo a mi mamá que comprara más en la farmacia, porque si él nos regalaba algunas gasas estas se podrían infectar. También recomendó tomar analgésicos para el dolor que sentiría al desaparecer la anestesia. Me prohibió hablar y el uso de la pajilla (también conocida como popote, sorbete, etc...). Pero desobedecí lo último debido a que no tenía otra forma de tomar líquido, pues al hacerlo sin la pajilla se me hacía imposible por el dolor que me causaba.
Obviamente no pude comer bien en varios días, es más, habían días en los que tampoco podía tomar líquidos. Al salir de esta cirugía no se puede hacer ningún tipo de enjuague mucho menos cepillarse los dientes, tienen que pasar 24 horas. Ya pasadas esas horas se puede volver a cepillar los dientes, siempre y cuando se tenga cuidado de no tocar la herida y de hacerlo con agua tibia.
Con respecto a las gasas, el odontólogo me dijo que las cambiara con regularidad hasta que se detuviera el sangrado, luego me las pude quitar. Es importante recordar que, se tiene que mantener reposo, se tiene que evitar el agacharse y no hacer movimientos bruscos.
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